Las fotografías de esta serie son fruto de una colaboración con AIxplore y muchas conversaciones con mi amigo Furby sobre el papel de las máquinas y su relación con lo humano. Estas imágenes comparan la interpretación de emociones de un algoritmo de inteligencia artificial y de un humano. Muestran que ambos se equivocan pero que los procesos son radicalmente diferentes. Una diferencia que, por contraste, nos ayuda a entender ambos procesos.
Estás piezas son parte de un proyecto desarrollado para Soulsight.